Ir al contenido principal

Migración

                            Africa                                         Australia                                         Canada                                         Canada (français)                                         España                                         France                                         Global Perspectives                                         Indonesia                                         New Zealand                                         United Kingdom                                         United States                      

Iniciar sesión

Suscríbase a nuestros Boletines

Los migrantes han cruzado el Mediterráneo durante siglos, pero antes se desplazaban de norte a sur

9 julio 2018 23:39 CEST

 Felicita Tramontana, University of Warwick

 

Un mapa del siglo XVI de Europa y África del Norte. Luis Texieira, Portulano, Lisboa, ca. 1600 via Wikimedia Commons.

El nombramiento de Matteo Salvini, líder del partido ultraderechista Lega, como nuevo ministro del Interior de Italia ha dado lugar a una confrontación relacionada con las migraciones en el Mediterráneo. Por primera vez, Italia negaba la entrada en sus puertos a un barco que transportaba migrantes rescatados en el mar, en un contexto de estancamiento cada vez más áspero de la política migratoria en la Unión Europea. Se han producido bloqueos similares con otros dos barcos.

El discurso racista que ha encontrado terreno fértil en el debate público sobre la migración en Europa se basa fundamentalmente en dos suposiciones erróneas: que la migración es un fenómeno nuevo y que el Mediterráneo ha estado “dividido” desde antiguo, en el sentido de que la población siempre se ha desplazado desde la desfavorecida ribera sur hasta la próspera ribera norte.

La migración ocupa un lugar central en la historia del Mediterráneo, y hay una rica tradición de conexión entre sus dos riberas. A principios de la Edad Moderna, entre los siglos XVI y XVIII aproximadamente, la movilidad era intensa y variada, de forma similar a como lo es hoy.

A principios de la Edad Moderna era principalmente la población de Europa la que se desplazaba a África y al Oriente Medio en busca de una vida mejor o para escapar de la persecución religiosa. Esta tendencia aumentó en el siglo XIX. Desde la década de 1830, los campesinos empobrecidos de España, Malta, Italia y Francia migraron en masa hacia África del Norte. La migración italiana alcanzó su nivel más alto en las primeras décadas del siglo XX, cuando registró un promedio de 12.770 emigrantes al año.

Motivos de los desplazamientos

Muchas de las personas que cruzaban el Mediterráneo a principios de la Edad Moderna lo hacían contra su voluntad, para huir de la guerra o de la persecución política o religiosa. El caso más manifiesto de lo que hoy llamaríamos “refugiados por motivos religiosos” fue la expulsión de miles de judíos y musulmanes de España en 1492. Los judíos expulsados se reasentaron en Grecia, los estados Italianos, África del Norte y el Oriente Medio, que en esa época estaba gobernado por sultanes otomanos. Durante toda la etapa inicial de la Edad Moderna, los judíos se desplazaron hacia el sur, a los territorios del Imperio otomano, para intentar escapar de la persecución que con frecuencia sufrían en Europa.

Otra forma de desplazamiento forzoso estaba relacionada con la trata de personas. Las antiguas rutas del comercio de esclavos que cruzaban la región desde la antigüedad favorecían la llegada de esclavos africanos a Europa y a los territorios del Imperio otomano. Los habitantes de las costas de España, África del Norte, Italia y Palestina también eran capturados a menudo durante los frecuentes ataques de piratas y vendidos más tarde como esclavos. En las redes de piratas y corsarios podían caer fácilmente buques y embarcaciones de diversas dimensiones, lo que daba lugar a que se vieran esclavizados, asimismo, muchos ingleses y holandeses.

Barco francés atacado por piratas. Aert Anthoniszoon via Wikimedia Commons

La población también viajaba a través del Mediterráneo por voluntad propia. La región siempre se ha caracterizado por constantes desplazamientos de soldados, peregrinos, diplomáticos y viajeros. Al igual que hoy, se desplazaban hombres y mujeres en busca de una vida mejor, con la salvedad de que, a principios de la Edad Moderna, tales desplazamientos tenían lugar en su mayor parte desde la ribera norte hacia la ribera sur del Mediterráneo.

Conocer a los vecinos más próximos

Normalmente, la población de Europa se desplazaba al Imperio otomano para buscar fortuna, escapar de la justicia o mejorar sus perspectivas sociales en una tierra que ofrecía grandes oportunidades a los recién llegados. Parte de esa población encontró grandes oportunidades de prosperidad. La historia del Mediterráneo abunda en ejemplos de italianos e ingleses, entre otras nacionalidades, que llegaron a ocupar puestos destacados y de rango en las regencias norteafricanas y en Constantinopla (la actual Estambul).

Fuera cual fuera la razón, el desplazamiento hacia los territorios del Imperio otomano no implicaba necesariamente una ruptura de los lazos personales. En 1591, una joven de Venecia, Beatrice Michiel, se embarcórumbo a Constantinopla, donde se reunió con su hermano, Gazanfer. Este, esclavizado de niño y formado en la corte del Imperio otomano, se había convertido en uno de los sirvientes de confianza del sultán y llegó a ocupar altos cargos en la jerarquía otomana. Durante los más de 20 años que vivió en Constantinopla, Gazanfer nunca perdió el contacto con su madre y su hermana en Venecia, y esta última posteriormente decidió reunirse con él.

Roxelana y Solimán el Magnífico, 1780. Anton Hickel via Wikimedia Commons.

Las cartas de quienes se habían establecido de forma permanente en tierras otomanas y las historias de los esclavos rescatados que volvieron a su país de origen, los mercaderes y los viajantes también contribuyeron a que circularan relatos e ideas sobre los “vecinos”. Entre las historias que circularon en la Venecia del siglo XVII, una de las más célebres es la de Roxelana, una niña esclava cristiana, nacida en Rohatyn (en la actual Ucrania), que se casó con Solimán el Magnífico y recibió el nombre de Hürrem Sultan. Estas historias avivaban la curiosidad de la población y alimentaban su deseo de cruzar el mar.

También circulaban bienes, objetos y alimentos. Entre los siglos XVI y XVIII, las élites europeas sentían fascinación por la cultura turca. La moda de estilo otomano inspiraba la música, la arquitectura y toda clase de artículos.

A principios de la Edad Moderna, las normativas que regulaban la llegada de extranjeros, los controles de fronteras y las políticas de acogida eran muy diversas en el Mediterráneo. Con frecuencia las autoridades adoptaban un enfoque muy práctico. Así, en los siglos XV y XVI, el Estado otomano acogió refugiados judíos con el fin de aprovechar sus competencias técnicas y sus redes comerciales.

Puesto que en esa época todavía no había nacido la ideología del estado-nación del siglo XIX, en las políticas de acogida a veces tenían un mayor peso factores como la religión, y no la “ciudadanía” ni el origen. Por ejemplo, durante la Reforma, el Papa intentó restringir la llegada y la estancia de protestantes en el Estado pontificio. En el Imperio otomano la pertenencia religiosa también influía en la política de integración, pues las comunidades religiosas se encargaban de proporcionar asistencia a los recién llegados que pertenecían a su misma confesión religiosa.

Un cambio de dirección

Esta tendencia prevalente de las migraciones que cruzaban el Mediterráneo de norte a sur se mantuvo hasta el siglo XX. A partir de ese momento, se produjo un cambio en la dirección contraria. Tuvo lugar un primer flujo de campesinos empobrecidos que se desplazaron desde África del Norte hacia Europa a causa de la colonización europea; posteriormente, tras los movimientos de independencia que tuvieron lugar después de la Segunda Guerra Mundial, se produjo el regreso de los europeos que se habían establecido en las colonias. Más tarde, en los años setenta, la llegada de trabajadores procedentes del sur del Mediterráneo se vio impulsada por los Gobiernos europeos que necesitaban mano de obra.

Las causas de este cambio de dirección en los flujos migratorios deben buscarse en procesos económicos y políticos que se iniciaron ya en el siglo XVII, como, por ejemplo, la creciente influencia del poder europeo. Esta evolución llegará a reconfigurar la relación económica entre las dos riberas del Mediterráneo. Con el tiempo acabará dando lugar a la transformación del Oriente Medio y África del Norte, durante los siglos posteriores, en proveedores de materias primas para las fábricas francesas y británicas y allanando el camino de la colonización.

Todo lo expuesto muestra que la dirección de las migraciones no es inmutable, sino que, al contrario, se ve influida por las circunstancias históricas. También pone de manifiesto el modo en que las tendencias migratorias en el Mediterráneo se vieron afectadas por procesos como la colonización.

Este artículo fue publicado originalmente en inglés

inmigraciónemigraciónmigraciónMediterráneo

TuitearCompartirBoletín de noticias

También le podría interesar

Por qué el censo de 2020 no debería preguntar sobre tu ciudadanía

Separar a un niño de sus padres puede modificarle el cerebro

Las terribles huellas psicológicas de la deportación

¿Marchar o migrar? Para los jóvenes en Venezuela, esa es la pregunta

Inicie sesión para comentar

0Comentarios

Todavía no hay comentarios 
¿Tiene algo que añadir? Escriba un comentario sobre este artículo.

Más popular en The Conversation

Chernobyl has become a refuge for wildlife 33 years after the nuclear accidentEl ejercicio ayuda poco a adelgazar: es más efectivo comer menosCómo convertir las minas de carbón abandonadas en fuentes de energía limpiaVisitamos la fauna de Chernóbil 33 años después del accidente nuclear¿Quiere saber si su hijo es adicto a los videojuegos?El abandono de pueblos y cultivos abre la puerta a la resilvestración del paisajeEspaña: crecen los ocupados que viven en hogares pobresNeandertales, sapiens y la Cova Foradada de CalafellAsí descubrimos qué pasa en las neuronas de las personas con autismo¿Por qué seguimos escuchando vinilos?

Base de datos de Expertos

Encuentre expertos especializados en:*

Nuestra audiencia

The Conversation tiene una audiencia mensual de 10 million de lectores, y un impacto de 40 million a través de licencias de RepublicaciónCreative Commons.

Manténgase informado suscribiéndose a nuestro boletín de noticias y recibirá un resumen de las nuevas publicaciones directamente en su buzón.

Dirección de correo electrónico

Síganos en las redes sociales

 

Derechos de autor © 2010–2019ASOCIACION THE CONVERSATION ESPAÑA

Comentarios

Entradas populares de este blog

Keynes a Roosevelt 1933

Saltar al contenido principal The Guardian - Regreso a casa Contribuir Registrarse Noticias Opinión Deporte Cultura Estilo de vida NoticiasOpiniónDeporteCulturaEstilo de vida ¿Qué término quieres buscar?Buscar con google Hacer una contribución Suscribir Edición internacional Buscar trabajos Citas Vacaciones Archivo digital Códigos de descuento La aplicación The Guardian Vídeo Podcasts Imágenes Boletines de noticias Papel de hoy Dentro del guardián El observador Guardian Weekly Crucigramas Facebook Gorjeo Negocio   Ciencias económicas Bancario Dinero Los mercados Proyecto sindicado B2B Más Opinión Señor Presidente: gastar, gastar, gastar John Maynard Keynes Estados Unidos está listo para avanzar hacia la prosperidad, si se puede dar un buen empujón en los próximos seis meses Mar 25 nov 2008 19.00 GMTPublicado por primera vez el martes 25 de noviembre de 2008 19.00 GMT Comparte 8 Comentarios 23 El siguiente es un texto abreviado de  una carta abierta [PDF] por John May

Alimentos

Conéctate Buscador Secciones Cerrar SELECCIONA EDICIÓN ESP AME BRA CAT ENG a - A + ALTO CONTRASTE INTERNACIONAL MOSTRAR/OCULTAR MENÚ INTERNACIONAL OPINIÓN MOSTRAR/OCULTAR MENÚ OPINIÓN ESPAÑA MOSTRAR/OCULTAR MENÚ ESPAÑA ECONOMÍA MOSTRAR/OCULTAR MENÚ ECONOMÍA CIENCIA TECNOLOGÍA MOSTRAR/OCULTAR MENÚ TECNOLOGÍA CULTURA MOSTRAR/OCULTAR MENÚ CULTURA GENTE MOSTRAR/OCULTAR MENÚ GENTE ESTILO MOSTRAR/OCULTAR MENÚ ESTILO DEPORTES MOSTRAR/OCULTAR MENÚ DEPORTES TELEVISIÓN MOSTRAR/OCULTAR MENÚ TELEVISIÓN IN ENGLISH MOTOR RETINA CINCO DÍAS EL PAÍS SEMANAL BABELIA EL VIAJERO NEGOCIOS IDEAS VERNE PLANETA FUTURO EL COMIDISTA SMODA BUENAVIDA ICON TENTACIONES MAMAS & PAPAS FOTOS VIÑETAS ESPECIALES OBITUARIOS HEMEROTECA EL TIEMPO SERVICIOS BLOGS PROMOCIONES ESCAPARATE EL PAÍS DE LOS ESTUDIANTES ESCUELA DE PERIODISMO EL PAÍS + DESCUENTOS SÍGUENOS EN Síguenos en Twitter   Síguenos en Facebook   Síguenos en Twitter   Síguenos en Instagram NEWSLETTER SUSCRÍBETE EL PAÍS PLANETA FUTURO “Mauri